sábado, 30 de agosto de 2008

Salmo 104. Esplendores de la creacion



SALMO 104

Esplendores de la creación


(1) ¡Alma mía, bendice a Yahvéh!

¡Yahvéh, Dios mío, qué grande eres!

Vestido de esplendor y majestad

(2) arropado de luz como un manto.


Tú despliegas los cielos lo mismo que una tienda,

(3) levantas sobre las aguas tus alas moradas;

haciendo de las nubes carro tuyo,

sobre las alas del viento te deslizas;

(4) tomas por mensajeros a los vientos,

a las llamas del fuego por ministros.


(5) Sobre sus bases asentarse la tierra,

inconmovibles para siempre jamás.


(6) Del océano, cual vestido, la cubriste,

sobre los montes persistían las aguas;


(7) al increparlas tú, emprenden la huida,

de tu trueno a la voz se precipitan,


(8) y saltan por las montañas, descienden por los valles,

hasta el lugar que tú les asignaste;


(9) un término les pones que no crucen,

porque no vuelvan a cubrir la tierra.


(10) Haces manar las fuentes en los valles,

entre los montes se deslizan;

(11) abrevan a todas las bestias de los campos,

a ella su sed apagan los onagros;

(12) sobre ellas habitan las aves de los cielos,

dejaran oír su voz entre la fronda.


(13) De tus alas moradas abrevas las montañas,

del fruto de tu cielo hartas la tierra;

(14) la hierba haces brotar para el ganado,

y las plantas por el uso del hombre,

para que saque de la tierra el pan,

(15) y el vino que recrea el corazón del hombre,

para que lustre su rostro con aceite

y el pan conforte el corazón del hombre.


(16) Se empanan bien los árboles de Yahvéh,

los cedros del Líbano que él plantó;

(17) allí ponen los pájaros su nido,

su casa en su copla la cigüeña;

(18) los altos montes para los rebecos,

para los damanes (7), el cobijo de la roca.


(19) La luna haz hecho para marcar los tiempos,

conoce el sol su ocaso;

(20) mandas tinieblas y cae la noche,

en ella rebullen todos los animales de la selva,

(21) los leoncillos rugen por la presa,

y su alimento a Dios reclaman.


(22) Sale el sol, y se recogen,

y van a echarse a sus guaridas;

(23) El hombre sale a su trabajo,

para hacer su faena hasta la tarde.

(24) ¡Cuán numerosas son tus obras, oh Yahvéh!

Todas las haz hecho con sabiduría,

de tus criaturas está llena la tierra.


(25) Ahí está el mar, grande y de amplios brazos,

y en él, el hervidero innumerable

de animales, grandes y pequeños;


(26) por allí circulan los navíos,

y ese Leviatán que tu formaste para jugar con él.


(27) Todos ellos de ti están esperando

que les des a su tiempo su alimento;


(28) Tú se los das y ellos lo toman,

abres tu mano y se sacian de bienes.


(29) Escondes tu rostro y se anonadan,

les retiras tu soplo, y expiran

y a su polvo retornan.

(30) Envías tu soplo y son creados,

y renuevas la faz de la tierra.


(31) ¡Sea por siempre la gloria de Yahvéh,

en sus obras Yahvéh se regocije!

(32) El que mira a la tierra y ella tiembla,

toca los montes y echan humo.


(33) A Yahvéh mientras viva he de cantar,

mientras exista salmodiaré para mi Dios.

(34) ¡Oh, que mi poema le complazca!

Yo en Yahvéh tengo mi gozo.

(35) ¡Que se acaben los pecadores en la tierra,

y ya no más existan los impíos!


¡Bendice a Yahvéh, alma mía!


ACTIVIDADES

1. Lee el texto cuidadosamente y anota lo siguientea. Los versos en los que aparecen los cuatro elementos de la naturaleza (tierra, aire, viento y fuego) relacionados con el movimiento que Yahvéh les imprimeb. Destaca al inicio del salmo lo relacionado con la grandeza y el poder de Dios

2. Haz un listado con los elementos correspondientes a cada reino de la naturaleza: mineral, vegetal y animal, y después anota la relación que existe entre ellos
Mineral: la roca
Vegetal: cedros del Líbano
Animal: hombre, leoncillos, la cigüeña

3. Expresa tu opinión sobre lo siguiente:a. ¿A qué se le da más importancia: a la secuencia de la creación o a su ordenamiento? Arguméntalob. ¿En dónde aparece mencionado esto claramente?
A su creación, porque dice todo lo bueno que hiso Dios

4. Localiza, mediante el número de los versos lo que sigue:a. Comparacionesb. Enumeracionesc. Indicadores de lugar


5. El paralelismo —figura literaria recurrente en la literatura hebrea— consiste en la interrelación entre el elemento anterior y el posterior. Puede ser de tres tipos: cuando se repite el mismo pensamiento (es sinónimo); cuando aparece una idea contrastante (es antitético) y cuando la segunda idea complementa la idea del primero (es sintético o progresivo). Explica cómo se aplica en los siguientes versosa. Sintético: 1-2, 3-4, 9-10, 15-16, 29-30, 36-37, 38-39, 61-62, 63-64b.
Dice lo mismo pero con otras palabras
Antitético: 23-24, 41-42c.
Mensiona lo que a hecho Dios dándole un ejemplo
Sintético: 7-8, 11-12, 19-20, 49-50
dice algo pero el siguiente lo complementa a detalle

* Íbid

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